¿Qué tienen en común los zapotecos y el mezcal? Conoce más sobre esta cultura prehispánica que entre otros, adoró a Mayahuel, la diosa del mezcal.
México es un país maravilloso en dónde llegaron a habitar ciertas culturas muy importantes. Entre ellas tenemos a la cultura zapoteca que se desarrolló en los años 500 a.C. - 950 d.C. durante el periodo preclásico. Los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado de Oaxaca, siendo la ciudad de Monte Albán, la más importante de Mesoamérica, pero debido a su desarrollo militar bajo el mando de una monarquía religiosa lograron expandirse hacia otros estados y regiones como Puebla, Guerrero y el Istmo de Tehuantepec.
Al visitar Monte Albán no puedes dejar de admirar la belleza de su arquitectura, hicieron toda una ingeniera pluvial, debajo de esta enorme ciudad pasan todos los ductos de desagües, ingeniería que no habrían podido lograr sin el trabajo de muchas generaciones, esto nos da la información de que los zapotecos tenía una vida sedentaria.
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Un dato interesante es que, el nombre “zapoteca” no viene de su idioma, sino de los mexicas, quienes fueron sus conquistadores tiempo después. Esta palabra procede del náhuatl “tzapotécatl”, que significa “el pueblo del Zapote”. Sin embargo, los zapotecas no se llaman a sí mismos así, los zapotecas de la región de Istmo de Tehuantepec se llaman “binnizá”, que significa “gente que proviene de las nubes”.
No existe como tal una lengua zapoteca, sino alrededor de 62 variantes entre dialecto y lenguas independientes que han sobrevivido hasta la fecha. Si bien este dato ya es asombroso, su escritura es el aspecto cultural que se ha convertido en una de las principales herramientas para conocer cómo eran los zapotecas de la época prehispánica. De hecho, existe uno de los documentos más importantes en la historia de las culturas de su época con los códices mixteco-zapotecas, documentos que fueron escritos con jeroglíficos sobre la piel de venado. A diferencia de otras culturas prehispánicas, los zapotecos contaban con su propia escritura logo fonética, en donde cada símbolo representaba una sílaba del lenguaje, una forma parecida a cómo lo hace la escritura coreana actualmente.
Las deidades son uno de los elementos más importantes para entender las creencias de las culturas. La mitología zapoteca estaba muy unida a la naturaleza, existiendo una gran cantidad de representaciones de seres y dioses unidos a la misma, no sólo creían al igual que otras culturas, en el dios del inframundo, el sol, la lluvia…. Sino que también existe una leyenda sobre una diosa de la bebida ancestral más famosa en Oaxaca.
Cuentan los ancestros que hubo una vez una diosa hermosa y soberbia, aunque muy generosa. Su cuerpo semejaba el tronco de un agave, pero no eran pencas lo que de él sobresalía sino cuarenta mil senos. De ellos brotaba el elixir que consumían quienes la veneraban en la tierra; era Mayátl, deidad zapoteca del mezcal y una variación de Mayáhuel, la diosa mexica más reconocida.
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Mayáhuel, además de ser la diosa del mezcal, para los mexicas –recordemos que dominaron a los zapotecos hasta que lograron una alianza, misma que se rompió con la llegada de los españoles a América– era propiamente la diosa del maguey y de la embriaguez. Su nombre en náhuatl proviene de metl: maguey y yahualli: redondo, lo cual tiene como significado: “lo que rodea el maguey” y no es la única divinidad del maguey o del mezcal entre las culturas prehispánicas, por ejemplo, los mixtecos se referían a la deidad del maguey como 11 Serpiente.
Conoce más sobre el mito de la creación del maguey y Mayahuel aquí.
En la actualidad, el nexo entre los zapotecas y de Oaxaca con el mezcal parece ineludible. El mezcal se ha convertido en una bebida insignia de la región y ha adquirido una popularidad descomunal que otras de sus bebidas locales aún no consiguen, sin embargo, a pesar de su popularidad y la modernidad misma, tanto el mezcal como los zapotecos han conseguido salvaguardar rasgos únicos de su identidad y del conocimiento del mundo que los ha acompañado durante siglos de historia.